La miel se elabora a partir de la recolección de néctar realizado por las abejas obreras, quienes lo transportan en el buche de la miel. Aquí se mezcla con saliva con lo que se aportan a la miel numerosas enzimas. Una vez en el panal las abejas depositan la miel en forma de pequeñas gotitas dentro de las celdillas. Al contactar estas gotitas con el aire caliente existente en el interior de la colmena pierden humedad.
La miel en este momento recibe el nombre de "miel semimadura". Esta miel permanece en las celdillas de dos a tres días, con lo que la humedad se reduce hasta el 20%. Esta miel se denomina "miel madura" y es la que embazamos.
La reducción de humedad en la miel tiene enorme importancia para su conservación ya que por encima de este porcentaje se podrían llevar a cabo alteraciones por colonización microbiana.
Las características vienen dadas por:
Aspecto: La miel recién extraída del panal presenta un aspecto viscoso. Con el tiempo, la miel tiende a cristalizarse no afectando de ninguna manera a sus características organolépticas. Si se quisiera devolver la miel a su aspecto natural, bastaría con someterla al baño maría.
Color: El color es muy variable y va en función de la flora que las abejas recolecten.
Aroma: Las mas olorosas son las labiadas y las de azahar.
Sabor: Las mas dulces también son las labiadas y las de azahar. Por el contrario, las de coníferas son las más amargas.